Bitácora: El placer de viajar

En un día soleado y con un grado de estrés mayor a lo habitual, inicia la marcha hacia el sudeste asiático, primero saliendo desde Bariloche, con una estancia de 2 días en Biei. Nos llevaron Rosher y Kari. Viajamos con Il Niño que hará escala en la ciudad porteña hasta las navidarkes.

El vuelo bien, pero comparado con la gestión anterior, el servicio está bastante diezmado. Un sanguchito de miga y un mini alfajor de maicena sin marca.
Llegamos a las 21 aprox. Conocimos a nuestra sobrina más joven, Abril. Un montón de cachetes y sonrisas. Arián y Mora no pararon un minuto.

Posiblemente esta noche veremos la banda de Jazz de Horacio y mañana alistaremos la movida para salir a San Pablo que es nuestra primera conexión.

Un destino magico, que consideramos gracias a los consejos de nuestro gran amigo Fabio, fue Toledo.
La idea era ir temprano y volver a la tarde pero que nos diera tiempo de poder retirar la cámara por dónde la habíamos reservado. Así fue.
Partimos temprano hacia Atocha (a menos de 100 metros de donde nos alojábamos). Preguntamos donde sacar los boletos y donde tomarlo. Nuestra intuicion es muy buena ya que enseguida pudimos comprender la mecanica de trenes/metro/buses. Quienes nunca estuvieron en Atocha deberán saber que es una estación inmensa, con diferentes entradas, paradas de micros y de trenes locales, regionales e internacionales. Puede ser facil perderse si uno se lo toma a la ligera.

Sacamos tickets que cuestan 20 euros cada uno (ida y vuelta) y tuvimos que determinar a que hora ibamos a volver. Elegimos 15,45. En un tren espacial, partimos con excelsa puntualidad hacia nuestro destino. Butacas comodas y coches de alta velocidad con baño y guardamaletas.
Llegamos a eso de las 10 a una estación con decoración neomudejar (algo bien propio de España del siglo XIX y principios del XX) con mucha influencia oriental. Este edificio está declarado como patrimonio de la humanidad desde el año 1991 y es bellísimo. Pinchen aquí para saber más acerca del mismo.

Luego de una caminata de 10 cuadras o 15 minutos hacia el casco histórico, se observa un paisaje perdido en el tiempo. Una ciudad amurallada, entre bardas, rodeada por el Río Tajo y conectada al otro lado por puentes con enormes arcos cuales portales en el tiempo. Toledo tambien es patrimonio de la humanidad y es excepcional, bella y misteriosa.

Caminar por sus callejuelas en las que apenas entran los autos, tener que aplastarse contra una pared para que no te aplaste un auto. Adoquines, armaduras, catedrales góticas, visigodas, románicas, arabes... La historia medieval de España está en este conglomerado de calles extrañas, pasadizos, vueltas y desniveles que le dan una atmósfera unica.
Cuando llegamos, no habia tanto turismo, pero a medida que pasaba la mañana, los turistas aparecían por miles. En algunos momentos hasta se volvían insoportables. Cada manzana tiene su contexto historico, cada escultura y cada fachada tiene algo que nos lleva a un tiempo remoto. Es muy fuerte la impronta del cristianismo. Cada cuadra tiene una iglesia... Tambien está el barrio judío donde El Greco pintó el enterramiento del Conde de Orgaz. Una obra magnifica pero transformada en en un hecho tan comercial que dudosamente la recomendaría. La entrada al recinto se cobra 2,50 euros y no hay relacion de precio con arte.
Estuvimos en una de las iglesias visigodas que datan de los años 500 al 700 dc, luego de ser arrasados por los musulmanes. Entrar a ese lugar fue una experiencia extraña ya que si bien detesto el culto cristiano, la atmosfera que se presenciaba era de una alta carga artistica-arqueológica-mistica. Con una importante influencia de arte paleocristiano (pero no bizantino) las paredes decoradas, los arcos y las columnatas con motivos religiosos iconicos, sumado a la coleccion de objetos hallados pertencientes a este periodo (Visigodo) era como estar presente ante un gigantesco tesoro cultural.

Algo para destcar es que en el marco medieval de la ciudad, tenemos tiendas de ropa de grandes marcas, casas con articulos de diseño, bares de cerveza, tapas, hamburgueserías, delikatessen, etc. No es una ciudad que atrasa, simplemente que le dan bola a su patrimonio histórico.
Tambien entramos a un monasterio de monjas de clausura. Invitaban a conocer a un artista medieval que habia realizado un altar en homenaje a la anunciacion. Un momento bizarro en el que nos cobraban 1 euro para entrar y no te dejaban hacer fotos... obviamente saqué varias y la obra era muy buena, más allá de que no me gustase el motivo